Mañana, último domingo del mes, se celebra el Día de los Padres. María Isabel quiere llegar a casa con el regalo para su papá y después entregarle el de su esposo. “Al papá hay que regalarle y al esposo, por ser el padre de los hijos, también”, afirma la dama.
Belkis Borbonet, piensa igual. Ella buscaba el regalo para su cuñado porque ya había comprado el de su hermano. Estas historias se repiten en los distintos establecimientos comerciales del país, donde cientos de personas compran obsequios para agradar a sus padres, hermanos, tíos o amigos.
Mientras que las expectativas de Smelin De Óleo, padre de cuatro hijos, son positivas.
Aunque reconoce que los regalos para papá son en menor proporción que los del Día de las Madres, entiende que hay padres que se ganan sus reconocimientos y el cariño de sus hijos.
Todos los años recibe presentes de su esposa y de sus hijos, pero lo que más le importa es que sus vástagos se porten bien.
Al visitar las tiendas La Sirena y Anthonys Oulet se notó la cantidad de personas en búsqueda de regalos, cifras que se esperan aumenten hoy como sucede en años anteriores, según afirman los gerentes de ambos centros de ventas, quienes también coinciden en que la víspera del Día de los Padres es cuando acuden los clientes.
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