Desde 2012, las Grandes Ligas tratan de controlar las inversiones que los equipos pueden hacer para reclutar el talento formado fuera de los Estados Unidos. La MLB alega que el fin es crear equilibrio entre equipos de mercados diferentes pero que en Latinoamérica es visto como una forma de reducir el valor de los prospectos.
Ha sido una soga que no ha podido frenar a los clubes cuando han descubierto condiciones especiales en jugadores, que han estado dispuestos a pagar impuesto de hasta el 100% y ausentarse del mercado por dos años.
En 2015-2016 la liga autorizó US$74 millones antes de las penalidades, pero los equipos invirtieron US$116.4 millones. Los Dodgers tenían asignado US$2 millones, pero gastaron US$7.8 millones en jugadores no cubanos y a los Cachorros se les autorizaron US$3.3 millones, y desembolsaron US$15.5 millones, de acuerdo con Baseball America.
La novena azul californiana gastó US$45 millones en jugadores internacionales, y tuvo que pagar una cifra similar en impuestos, además de que no podría firmar por más de US$300 mil hasta julio de 2018, a menos que haya cambio en el sistema bajo el nuevo acuerdo laboral de diciembre.
Para este año fiscal que se abre cuando el reloj marque la medianoche del viernes hay asignados US$87.2 millones con los Filis con la mayor tajada, US$5.6 millones.
Nueva vez los controles parece que no tendrán efecto. De acuerdo con reportes, los Bravos, Astros, Cardenales, Nacionales y Padres entregarán más dinero del que tienen permitido, y se exponen a pagar el doble en multas, además de perderse la oportunidad de competir en 2017 cuando se proyecta habrá una gran disponibilidad de talento.
“El talento hay que pagarlo igual no importa de donde venga. Hay por jugadores dominicanos que se está pagando igual dinero en multas que el que ellos en realidad cuestan y eso no va al jugador”, dijo a DL en una entrevista reciente Ulises Cabrera, presidente de la Dominican Prospect League (DPL).
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