ARIZONA. Varios turistas que visitaban unas cascadas en el Gran Cañón de Arizona tuvieron que huir despavoridos luego de que unos aguaceros torrenciales inundaron su campamento, relataron testigos.
El suceso ocurrió en una cascada en la reserva indígena Havasupai, usualmente surcada por un pequeño riachuelo que creció repentinamente hasta convertirse en una corriente feroz que anegó los alrededores.
El agua y el lodo invadieron las tiendas de campaña y los campistas tuvieron que encaramarse en bancos y árboles o entrar en cuevas para evitar las corrientes. Algunos quedaron varados en islotes recién formados por las inundaciones.
Uno de los turistas, Benji Xie, narró que las aguas lucían muy diferentes al tranquilo arroyo que había visto apenas unos minutos antes. “Ahora todo es marrón y lodoso”, comentó Xie, de 25 años y residente de Seattle.
Las inundaciones ocurridas entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves obligaron a evacuar a unas 200 personas, algunas de las cuales vestían trajes de baño y tuvieron que abandonar sus equipos de campaña.
Todos los turistas están a salvo y nadie resultó lastimado, dijo Abbie Fink, vocera de la tribu que administra el terreno.
La tribu usó vehículos, sogas y equipos para rescatar a los turistas y llevarlos a una escuela en la aldea de Supai, donde recibieron alimentos y suministros básicos. Un helicóptero llegó y sacó a los turistas, en grupos de cinco en cinco.
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