Los ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales de los países del G20 reivindicaron este martes en Buenos Aires los aportes del comercio internacional a las economías, en un complejo escenario global donde soplan “vientos de guerra” comercial a partir de las medidas anunciadas por EE.UU.
El documento final de estos dos días de deliberaciones en la capital de Argentina, país que preside el G20 este año, resalta el rol del comercio internacional como “motor” del “crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo”, con un compromiso explícito de los miembros de abstenerse de devaluaciones competitivas con fines comerciales.Una posición en línea con los compromisos ya asumidos por los líderes del G20 en su última cumbre, celebrada en Hamburgo a mediados de 2017, y que ahora se reafirma tras la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles extraordinarios a las importaciones de acero y aluminio y que ha desatado fuertes tensiones globales.
El ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, aseguró en la rueda de prensa final que en la cita ministerial “no primó la visión de que se esté en medio de una guerra comercial” ni que se “esté entrando en una guerra comercial a nivel mundial” y resaltó la apuesta por el diálogo en el G20.
Un espíritu “constructivo” que en nada restó a la firmeza de las posiciones tanto de Estados Unidos como de los países que se oponen de lleno a los aranceles que comenzará a aplicar en breve Washington.
“Ninguna guerra comercial será civilizada. Solo habrá perdedores”, advirtió hoy el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, en una rueda de prensa al finalizar la reunión, en la que reclamó a Washington exceptuar a la Unión Europea (UE) de la polémica medida.
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