.Marginal hace 30 años, la obesidad aumenta vertiginosamente entre los niños y los adolescentes de las provincias rurales chinas, que prefieren la comida occidental a su alimentación tradicional, indica una investigación publicada el miércoles.
Mucho menos del uno por ciento de los niños y adolescentes chinos eran obesos en 1985 (0,03% de los varones, 0,12% de las niñas). En 2014, la cifra era de 17% de los varones y 9% de las niñas, según la investigación llevada a cabo con un corpus de 27.840 jóvenes de la provincia de Shandong (este de China) entre 1985 y 2014.
“China paga el precio de la adopción de un modo de vida occidental”, comenta el European Journal of Preventive Cardiology, que publicó este estudio.
“Es sumamente preocupante”, comentó el profesor Joep Perk, portavoz de la Sociedad Europea de Cardiología. “Es la peor expansión de la obesidad infantil que hayamos visto nunca (...) La popularidad del modo de vida occidental costará vidas”, agregó.
Con 96 millones de habitantes, la provincia de Shandong está situada entre Pekín y Shanghai.
En diez años, de 2002 a 2012, el número de niños chinos obesos de 6 a 17 años se triplicó, había revelado ya una investigación realizada por la Comisión Nacional china para la Salud y la Planificación familiar (con rango de ministerio) y publicada en julio de 2015.
“Estamos convencidos de que la adopción de alimentos occidentales, y particularmente la ‘junk food’ (hamburguesas, patatas fritas, etc.), y de las sodas, una sobrealimentación hipercalórica es la causa de este fenómeno”, declaró a la AFP David Nocca, especialista francés de la obesidad.
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