En una ceremonia ensombrecida por la elección de Donald Trump como presidente, el drama de Barry Jenkins sobre la llegada a la adultez "Moonlight" brilló en los premios Gotham.
La celebrada cinta sobre un chico homosexual negro y pobre en Miami barrió con los galardones a la mejor película, mejor guion, un premio especial del jurado a mejor reparto y el premio del público. Los Gotham, que honran el cine independiente, marcan el inicio de la larga temporada de premios de Hollywood.
La ceremonia del lunes por la noche en Manhattan, que tuvo al comediante Keegan-Michael Key como anfitrión, también representó la primera oportunidad de la industria del cine — o al menos de una buena parte de su contingente independiente en la costa este — para reunirse formalmente desde las elecciones. Le dio a gran parte de Hollywood (que apoyó abrumadoramente a Hilary Clinton) un chance para compadecerse bebiendo, echar chistes y hacer un llamado al poder político de las artes.
Key, quien formó parte del dúo de Comedy Central "Key and Peele", abrió la ceremonia con humor sarcástico al decir que su monólogo era de hacía cuatro semanas.
"Damas y caballeros, estamos tan agradecidos de vivir en un país que celebra la diversidad", dijo Key. Más tarde, dejó la pose y habló con seriedad. "Nuestras voces deben ser escuchadas ahora", expresó.
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