WASHINGTON.- La actitud tan dura como intransigente de Donald Trumphacia la inmigración no solo empujó a los republicanos hacia la derecha sino que también radicalizó a los demócratas y replanteó totalmente el debate en torno a la inmigración.
Desaparecieron las esperanzas de una gran reforma integral al sistema inmigratorio apoyado por los dos partidos en el Congreso. A medida que se agrava la situación en la frontera con México y las deportaciones generan pánico en las comunidades de inmigrantes, algunos grupos de izquierda ya no se contentan con las negociaciones típicas de cualquier acuerdo.
Y esto alienta a que los aspirantes a la nominación presidencial demócrata se comprometan a anular por decreto las políticas de Trump y a reformar el sistema en vista de que los legisladores no logran hacerlo.
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