La operación de Punta Catalina con carbón a largo plazo tendrá más costos que beneficios para el Estado, la población y el mundo, por los daños medioambientales que provoca el uso de este combustible fósil, por lo que la mejor opción es convertir a esa termoeléctrica a gas natural.La reflexión es del científico estadounidense Ernie Niemi, quien afirma que el CO2 y las cenizas que se producirán con la operación de Punta Catalina, no solo afectarán a los agricultores y al sector agropecuario, sino también el turismo será afectado porque los mares sufrirán y esa producción de dióxido de carbono se unirá a la producción mundial, lo que finalmente afectará a todo el planeta.
Según explicó la conversión de Punta Catalina a gas costaría entre 300 y 485 millones de dólares, mientras que los daños del carbón, por un solo año superan los US$1,300 millones.
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