El órgano de la ONU encargado de vigilar el cumplimiento de los tratados sobre drogas alertó hoy contra la banalización de los riesgos del consumo de cannabis, al abordar el intenso debate internacional sobre la adopción de normativas más permisivas con este narcótico.
El informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), presentado hoy en Viena, está dedicado a los “malentendidos” que considera rodean a numerosas iniciativas legales en todo el mundo, especialmente en el continente americano.
Los tratados internacionales contra las drogas solo contemplan el uso del cannabis para fines médicos y científicos.
“La legalización del cannabis con fines recreativos, como se ha visto en un pequeño número de países, representa no solo una dificultad para la aplicación universal de los tratados, sino también un problema importante para la salud y el bienestar, en particular de los jóvenes”, resumió en una rueda de prensa el presidente de la JIFE, Viroj Sumyai.
La JIFE se define como un órgano cuasi judicial formado por 13 expertos que evalúan el cumplimiento de los tratados. Numerosos analistas destacan su espíritu conservador, ya que critica cualquier iniciativa que se aleje de las Convenciones sobre drogas.
En esa línea, la Junta censura a Uruguay y Canadá, los dos Estados que han legalizado la venta del cannabis para fines recreativos, así como a varios Estados de EE. UU., que también han dado ese paso.
Ambos países adoptaron esta novedosa legislación argumentando que con la regulación de la venta desinflarían un creciente mercado negro que alimentaba una economía ilegal.
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