Tras más de una semana enfrentado con la oposición, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el miércoles está dispuesto a negociar.
Las violentas manifestaciones callejeras estallaron la semana pasada luego de que el líder opositor, Juan Guaidó, declaró en un multitudinario acto que había asumido los poderes presidenciales en virtud de la Constitución y que planeaba convocar nuevas elecciones para terminar con la “dictadura” de Maduro.
Guaidó llamó a los venezolanos a salir de sus casas y dejar sus puestos de trabajos durante dos horas a partir del mediodía del miércoles.
Maduro, que rechazó llamados al diálogo previo, dijo a la agencia estatal rusa de noticias RIA Novosti que estaba abierto a sentarse con la oposición.
“Estoy dispuesto a sentarme a conversar con la oposición para que podamos hablar por el bien de la paz y el futuro de Venezuela”, señaló en la entrevista.
El mandatario apuntó que el diálogo podría estar mediado por otros países y señaló a México, Uruguay, Bolivia, el Vaticano y Rusia.
Maduro acusó además al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ordenar un ataque contra él desde Colombia y aseguró estar al tanto de las “órdenes” de Trump para que el gobierno colombiano y una mafia local lo maten.
Rusia es uno de los aliados más firmes de Maduro, a quien proporciona préstamos y armas.
Un alto funcionario ruso dijo el martes que esperaban “problemas” ante el próximo pago del préstamo de 3.000 millones de dólares de Moscú a Caracas.
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