MEXICO.- Los candidatos presidenciales de México enfrentan el reto de convencer a la ciudadanía de que su política laboral y salarial marcará, por fin, la diferencia en un país donde millones subsisten bajo una máxima: “No me alcanza”.
“Durante las campañas, los candidatos suelen ser muy generosos para ofrecer, y muy reservados cuando se les exige el cómo los mecanismos”, dijo hoy a Efe el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente.
Un vistazo a las propuestas electorales de los candidatos arroja distintas soluciones al problema salarial en México, un país con un 43,2 % de población en la pobreza y un salario mínimo de 88,36 pesos (unos 4,9 dólares al día), uno de los más bajos de América Latina.
No obstante, palabras como productividad y competitividad, cambio de modelo, mejora salarial, equidad o desarrollo se pueden leer y escuchar en la mayoría de las propuestas, sea cual sea el color político.
La aspirante independiente Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), propone aumentar gradualmente el salario mínimo para que alcance la canasta básica, eliminar o reducir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) en trabajadores con un salario menor a 15.000 pesos mensuales (unos 831 dólares) y hacer de México un “paraíso fiscal”.
El gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco”, propone también disminuir el ISR y además el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) e incluso, eliminar el salario mínimo.
José Antonio Meade, el candidato del oficialismo, defiende la equidad salarial y apuesta por la inversión para generar más y mejores empleos.
Durante su etapa como secretario de Hacienda y Crédito Público celebró los aumentos al salario mínimo anuales -el último fue del 10,4 %- pero alertó de peligros de inflación si este crecía de manera exponencial.
Publicar un comentario