El incremento del número de fallecidos correspondió a la localidad de Amatrice, a unos 140 kilómetros al noreste de Roma, donde murieron 221 personas y ayer continuaron los trabajos de rescate, pero con menos esperanza de encontrar supervivientes.
En las últimas horas aumentó en tres el número de muertos en Amatrice, cuyo centro histórico quedó devastado por el terremoto.
En el pueblo de Arquata se mantiene el cómputo de 49 muertos y en Accumoli fallecieron once personas, según el balance oficial, aún provisional, comunicado por la Protección Civil en Roma.
La tierra siguió temblando durante el día de ayer -Protección Civil comunicó que se registraron un total de 220 réplicas-, lo que tuvo como consecuencia el empeoramiento de las condiciones de viabilidad de las carreteras de las zonas afectadas.
El terremoto del día 24, de 6 grados en la escala abierta de Richter y que afectó sobre todo a poblaciones de los Apeninos centrales de las regiones de Umbria, Lacio y Las Marcas, causó heridas a 388 personas, según los datos oficiales provisionales.
Desde que ocurrió el seísmo ha podido rescatarse con vida a 238 personas, precisó un portavoz de la Protección Civil.
Este organismo comunicó que se ha dispuesto la acogida en centros deportivos y públicos para 3.600 damnificados en un total de 44 localizaciones y que trabajan en las tareas de rescate y asistencia a los damnificados 6.581 personas.
El Gobierno de Matteo Renzi comunicó que los primeros funerales de Estado en memoria de algunos muertos causados por el seísmo se celebrarán el sábado en la localidad de Ascoli Piceno, un acto en el que se espera la asistencia del primer ministro y del presidente de la República, Sergio Mattarella.
No será un funeral en memoria de todos los fallecidos, puesto que algunas familias han preferido ceremonias en sus lugares de origen y en ocasiones en la intimidad, sin esperar a un evento organizado por el Estado.
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