SANTO DOMINGO. El resultado de la investigación sobre las muertes de siete recién nacidos en menos de una semana, en el hospital Jaime Mota, de Barahona, arrojó que cinco de ellos perecieron debido a la ruptura prematura de membranas, a la prematuridad y el bajo peso.
También los peritos del Servicio Nacional de Salud y de la Organización Panamericana de la Salud que realizaron el levantamiento encontraron baja aplicación de los protocolos neonatales oficializados por el Ministerio de Salud Pública, además de evidenciar debilidades en el laboratorio clínico y el departamento de imágenes.
Otro factor que influyó en los decesos fue que el equipamiento en el área neonatal es parcial y que las historias clínicas están, en la mayoría de los casos, registradas por el personal de enfermería y no por los médicos.
Al referirse al resultado de la investigación, la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán, dijo que la muerte de infantes es una vergüenza nacional.
En ese hospital hay seis pediatras nombrados y solo uno de estos tiene la especialidad en perinatología.
“Según lo revisado, en los expedientes clínicos no se evidencia la presencia constante de médicos especialistas durante las 24 horas”, dice el informe.
Ante la situación, las autoridades dispusieron la intervención inmediata del hospital por parte del SNS, designación de médicos especialistas del área, capacitación del personal de salud en reanimación avanzada, bioseguridad y protocolo de atención.
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