Muchos sabían que esto ocurriría. Incluso el fanático menos suspicaz podía mirar más allá de la cortina de humo que envolvía el programa antidopaje de Jamaica y reconocer que había algo turbio.
Y existía el riesgo de que todo ello terminara alcanzando de algún modo a Usain Bolt, el superastro de la velocidad, conocido en todo el mundo. Ahora, la mayor figura deportiva en la historia de Jamaica ha perdido una de sus nueve medallas olímpicas de oro a raíz de los problemas en su país.
El miércoles, el Comité Olímpico Internacional despojó al equipo jamaiquino de la presea dorada que obtuvo en el relevo 4x100 durante los Juegos de Beijing 2008. Asimismo, se borrará de los registros el tiempo de 37,1 segundos que aquel equipo consiguió, imponiendo entonces un nuevo récord mundial.
Las medidas se relacionan con Nesra Carter, quien no era uno de los velocistas más conocidos de Jamaica pero formaba parte de aquel equipo y consumió un estimulante prohibido, el cual fue detectado en nuevos análisis a las muestras almacenadas por el COI desde hace casi nueve años
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