La implicación de Colombia en la crisis de Venezuela dio un giro inesperado este martes con la advertencia de Rusia al Gobierno del presidente Iván Duque de que una incursión militar en el país petrolero será considerada como una amenaza a la paz y seguridad internacional.
El Ejecutivo colombiano se vio sorprendido por la carta, publicada por el diario El Tiempo, en la que el embajador ruso en Bogotá, Sergei Koshkin, sugiere a la Cámara de Representantes que el uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela será interpretado como “un acto de agresión” contra un “Estado soberano”.
Tanto fue así que el presidente Duque pidió a la Cancillería verificar la autenticidad de la carta y hablar con el embajador pues la misiva no llegó a través de los canales diplomáticos y Colombia “no está en plan de agredir a ningún Estado”.
En su respuesta, por medio del canciller Carlos Holmes Trujillo, Colombia aseveró que las afirmaciones del embajador ruso “no corresponden a la realidad” y que la crisis venezolana “no debe ser empleada como instrumento de ninguna competencia geopolítica”.
Trujillo respondió además en el mismo tono del embajador y aseguró que cualquier apoyo militar “al régimen de Nicolás Maduro (...) constituye una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”.
Rusia es el principal aliado de Maduro y en las últimas semanas han estrechado los vínculos, mientras que Colombia y al menos medio centenar de países más reconocen como legítimo presidente de Venezuela al jefe del Parlamento, Juan Guaidó.
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