Los países se han relajado por mucho tiempo y tienen que empezar a hacer reducciones drásticas en sus emisiones de gases de efecto invernadero de inmediato, o se arriesgan a no alcanzar los objetivos acordados para limitar el calentamiento global, dijo una alta funcionaria de Naciones Unidas el martes.
El llamado de Inger Andersen, que dirige el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se produjo en vísperas de que los gobiernos se reúnan en Madrid en una cumbre anual sobre clima.
“Necesitamos ganancias rápidas para reducir las emisiones todo lo posible en 2020”, dijo Andersen. Su agencia publicó su reporte anual de “brecha de emisiones”, que reveló que la cantidad de gases con efecto invernadero que se lanzaron a la atmosfera alcanzó un nuevo récord el año pasado, pese al compromiso casi global para reducirlos.
En la próxima década, las emisiones mundiales de dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero tendrán que bajar más de un 7% anual para evitar que la temperatura media aumente en más de 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) este siglo con respecto a la época preindustrial, explicó. Los científicos sostienen que este objetivo, incluido en el Acuerdo del Clima de París de 2015, evitaría muchas de las consecuencias más dramáticas del cambio climático.
Incluso el objetivo menos ambicioso de limitar el calentamiento global a 2C (3,6 F) requeriría que las emisiones globales anuales se redujesen en un 2,7% entre 2020 y 2030, agregó la agencia.
“Tenemos que ponernos al día con los años en los que hemos procrastinado”, declaró Andersen. “Si no lo hacemos, el objetivo de 1,5C será inalcanzable antes de 2030”.
Como parte del Acuerdo de París, las naciones firmantes acordaron revisar sus esfuerzos de reducción de emisiones para 2020.
Con los compromisos actuales, la temperatura del planeta sería 3,2 grados Celsius (5,8 Fahrenheit) más alta en 2100 que en la era preindustrial, lo que tendría dramáticas consecuencias para la vida en la Tierra, dijo la agencia de la ONU, añadiendo que volver a encaminar al planeta al objetivo de 1,5 C requeriría un incremento de cinco veces en las medidas prometidas hasta el momento.
“En la próxima década deben ocurrir grandes transformaciones sociales y económicas para compensar la inacción del pasado”, apuntó añadiendo que esas medidas tendrían que incluir el final del uso de combustibles fósiles en los sectores energético, de la construcción y el transporte.
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Jordans informó desde Berlín. El periodista de The Associated Press Seth Borenstein contribuyó a este despacho desde Washington.
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