El presidente Donald Trump se reunió con la reina Isabel II el lunes durante una visita de dos días a Gran Bretaña que tiene como objetivo fortalecer los lazos entre las dos naciones, aunque el viaje corrió el riesgo de ser eclipsado por la agitación del Brexit y una disputa política con el alcalde de Londres.
Trump y su esposa Melania fueron recibidos en el gran jardín del Palacio de Buckingham por la reina Isabel II e inspeccionaron la Guardia de Honor formada por los guardias granaderos con los sombreros tradicionales de piel de oso.
Los saludos a las armas reales se hicieron el lunes desde el cercano Green Park y desde la Torre de Londres como parte de la ceremonia que acompaña a una visita oficial al estado, uno de los más altos honores que Gran Bretaña puede otorgar a los líderes extranjeros.
El príncipe Carlos, el heredero al trono, y su esposa Camila dieron la bienvenida a los Trump mientras bajaban los escalones de su helicóptero.
Antes de que el Air Force One llegara al norte de Londres, Trump criticó en Twitter al alcalde de Londres, Sadiq Khan, líder de la ciudad donde el mandatario estadounidense se quedará dos noches.
La crítica surgió porque Khan escribió en la columna de un periódico que Trump no merecía ser recibido con alfombra roja en Gran Bretaña y era “uno de los ejemplos más notorios de una creciente amenaza global” desde la extrema derecha hasta la democracia liberal.
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