MADRID, España. “El mundo es nuestro campo de juego”: la inscripción en la sede de la Liga en Madrid resume la ambiciosa estrategia internacional del fútbol español, que espera poder jugar en Estados Unidos y conquistar nuevos aficionados en Asia, una política que suscita polémica.
¿El partido de la 21ª jornada del campeonato español entre el Girona y el Barcelona podría tener lugar el 26 de enero en Miami y no en el pequeño estadio de Montilivi, en Cataluña? Cuando el partido de ida tendrá lugar el domingo en el Camp Nou en la 5ª jornada. Esa posibilidad agita desde hace un mes el mundo del fútbol en España.
En verano, la Liga de Fútbol Profesional (LaLiga) oficializó dos acuerdos en su lucha a distancia con el opulento campeonato inglés.
El primer contrato se selló con la red social Facebook, que empezó a retransmitir gratuitamente en directo los partidos de la Primera División española en ocho países del sur de Asia, entre ellos India y sus 1.300 millones de habitantes, con el objetivo de aumentar significativamente la audiencia mundial de la Liga.
El segundo acuerdo supone la creación de una joint-venture en Estados Unidos para desarrollar la marca LaLiga ante la perspectiva del Mundial-2026 con la previsión de jugar partidos oficiales del campeonato español en el país norteamericano.
Publicar un comentario